En Jamaica, mucha gente se ganaba la vida en los mercados locales y viajando por la isla vendiendo creaciones artesanales. Al crecer en Jamaica, nuestra abuela no encontraba trabajo, así que se ganaba la vida aplicando las habilidades que le habían enseñado sus mayores. Con sus manos, elaboraba diversos tesoros naturales como cacao (chocolate), aceite de ricino negro, aceite de coco, miel y melaza. Vendía sus creaciones naturales en el mercado y viajaba a lugares turísticos para compartirlas. Las creaciones de nuestra abuela se elaboraban de forma natural en su forma más pura, conservando así todos los beneficios esenciales de los aceites naturales. Debido a los avances tecnológicos y cambios similares, las nuevas generaciones han perdido interés en la artesanía de sus mayores. Sin embargo, nuestra abuela transmitió las tradiciones que aprendió a sus hijas e hijo. Hoy les traemos ricas creaciones elaboradas tradicionalmente.

-Tesoro enraizado